Un texto de: Álvaro Ramírez | @alv_var

Hartlepool se fundó en el siglo VII alrededor del monasterio de Northumbria y aunque su topónimo hace referencia a los ciervos y al mar, el apodo que reciben sus habitantes y su equipo de fútbol poco tiene que ver con ello.

Una ciudad que eligió como alcalde a Stuart Drummond, cuyo eslogan era, nada más y nada menos, "Free bananas for schoolchildren" (plátanos gratis para los escolares) y que además era la célebre mascota del club, no es ni mucho menos normal. Y unos habitantes a los que se conoce como Monkey Hangers -apodo que se ha hecho extensible al Hartlepool United, el equipo de la ciudad-, tampoco. Los Toros Salvajes, los Pumas del Norte, quizá, pero ¿los "ahorcadores de monos"?

Rebuscando en el folclore popular uno se topa con una de esas leyendas rocambolescas sobre el origen del apelativo. Mito y realidad se unen en una historia de la que pueden encontrarse varias versiones y que cuenta con una canción cuyo núcleo central ha ido evolucionando con el paso de los años.

Hubo un tiempo en el que el miedo a una invasión francesa era real. Muy real. Las teorías conspirativas estaban a la orden del día y no había quien no creyese que podían tornarse en un hecho. Durante las Guerras Napoleónicas un barco francés a la deriva, visiblemente dañado por una brutal tormenta, fue a parar al puerto de Hartlepool. Los pescadores de la zona se acercaron a curiosear a la embarcación y se toparon con el único supervivente: un mono vestido con un uniforme militar. Lo más lógico era pensar que se trataba de un espía francés, claro. El desafortunado primate fue declarado culpable en un juicio exprés y sentenciado a pena de muerte. Los habitantes de Hartlepool lo ahorcaron. 

La leyenda de Hartlepool se une a la de la localidad escocesa de Boddam, cerca de Peterhead, en base a una canción titulada The Boddamers Hung the Monkey-O, según la cual los habitantes de Boddam ahorcaron al único superviviente de un naufragio: un mono. 

Fiona-Jane Brown, socióloga y estudiante del folclore popular del Instituto Elphinstone de la Universidad de Aberdeen dedicó uno de sus estudios al crecimiento de la leyenda del mono víctima de increíbles confusiones situando el origen del mito de los Monkey Hangers en Escocia.

El primer rastro del mito de Boddam nos lleva a 1772 y al naufragio de un barco llamado Annie, el cual es evocado en una de las versiones de The Boddamers Hung the Monkey-O. En 1825 aparace una balada escocesa titulada The Monkey Barber, publicada en Edinburgo y Glasgow, que narra la historia de la mascota de un barbero, un mono a quien un granjero irlandés confunde con el barbero y le ordena que le afeite. 

El núcleo de la historia siguió viajando hacia el sur y dos años después, en 1827, aparecía una historia similar a la anterior titulada The Sandhill Monkey en la que un obrero confunde a un mono con un comerciante. Ese mismo año, una historia sobre un babuíno aparece en el Newcastle Song Book de Thomas Armstrong, canción popular que se tiene como el origen de la canción de Hartlepool y el mito del mono espía al que va unida. En relación con la leyenda urbana, el entrañable protagonista sería una mascota de los cosacos rusos que visitaron la zona durante las Guerras Napoleónicas y quienes disfrazaron al mono con uniforme militar. Hasta que el mono escapó y terminó en un barco francés.


H'angus the Monkey es la famosa mascota del Hartlepool United, actualmente en la League Two inglesa. Se convirtió en la máxima expresión de la aceptación por parte del club del apodo de Monkey Hangers en 1999 cuando Stuart Drummond -además de ofrecer plátanos gratis para los escolares- apareció disfrazado del simpático mono como parte de su campaña como candidato independiente. H'angus o Drummond, que para el caso es lo mismo, le dio al Hartlepool una atención mediática que desconocía. Después olvidó quitarse el disfraz para sus labores de oficina como alcalde.

El apodo sirvió durante mucho tiempo para burlarse de los Hartlepudlians, los habitantes de la ciudad, que tenían que soportar un chascarrillo típo por parte de los forasteros en forma de pregunta: "Who hang the monkey?" ("¿Quien ahorcó al mono?"). De un tiempo a esta parte, el apodo ha dejado de ser ofensivo. Sobre todo para los hinchas del Hartlepool United, que lo llevan con orgullo. El chascarrillo lanzado por los aficionados del Darlington, su mayor rival, ya no tiene efecto. "¿Quien ahorcó al mono?", se lanza desde la grada como ataque. Da igual. Fueron ellos. Los Monkey Hangers. Así lo dice la canción:

In former times, mid war an' strife,
the French invasion threatened life,
an' all was armed to the knife,
the fishermen hung the Monkey O!